Descubre qué puede estar causando tu dolor de encias

Las encías suelen ser una parte olvidada de nuestra rutina de salud oral. Y es que sucede que aunque puede que te cepilles los dientes regularmente y asistas al dentista para tus chequeos anuales, no se puede negar que los dientes son protagonistas y las encías son dejadas en un segundo plano. Incluso, cuando notas que tus encías están adoloridas o inflamadas, podrías creer erróneamente que el dolor de encías está causado por alguna caries o algún otro problema relacionado más con tus dientes, que con ellas mismas.

No obstante, la salud de las encías es extremadamente importante y debería ser una prioridad en la salud oral. En última instancia, confiamos en este tejido para que proteja nuestros dientes y los conserve sanos.

En vista de todo esto, en este artículo te hablamos del dolor de encías y sus diferentes causas para que aprendas a reconocerlas y atacarlas a tiempo.

 Causas del dolor en las encías

El dolor de encías puede ser provocado al cepillarse los dientes agresivamente o por el uso incorrecto del hilo dental, o en casos más graves como consecuencia de enfermedades como gingivitis, sapito e inclusive cáncer bucal. Mientras que, por su parte, la inflamación y la sensibilidad suelen ser signos de una gingivitis. Y así, nos vamos encontrando con variedad de afecciones que pueden causar que tus encías dejen de sentirse fuertes.

Como dijimos anteriormente, cuando nos duelen las encías, por lo general solemos pensar que se debe a una caries, pero no siempre es así. Cuando las encías se sensibilizan ante el frío y el calor, o se inflaman y duelen al aplicar una presión moderada (al lavarse los dientes, por ejemplo), esa es solo una de las posibles causas. Por eso, se recomienda analizar los síntomas hasta encontrar la verdadera causa.

Según el Consejo General de Dentistas las principales causas de dolor en las encías son:

  1. Mala higiene oral

Los malos hábitos de higiene oral, como la falta de cepillado o un cepillado con mucha fuerza, son la principal fuente de problemas de salud bucal, entre las cuales podemos mencionar sangrados, inflamación e infección en la encía, lo cual a su vez producirá dolor.

Si este es el caso, se debe mejorar la higiene oral de forma inmediata, cepillando los dientes por lo menos 2 veces al día, principalmente después de la comidas, usar hilo dental y un enjuague bucal.

  1. Uso de aparatos y prótesis

El uso de aparatos y prótesis pueden dar lugar a problemas en las encías porque al usarlos hay mayor riesgo de acumular restos alimentarios y microorganismos, pudiendo provocar infecciones. Además de esto, si los aparatos están mal adaptados pueden provocar hinchazón, dolor de muela y maxilar y dolor de encías.

En estos casos se debe reforzar la higiene oral para evitar la acumulación de restos de alimentos y asegurarnos que las prótesis y aparatos se encuentran bien fijados. También se recomienda consultar al dentista con regularidad para que revise el estado de los aparatos dentales. Y si están ocasionando algún problema.

  1. Cambios hormonales

En las mujeres ocurren frecuentemente oscilaciones hormonales como por ejemplo en la pubertad, durante el ciclo menstrual, en el embarazo y durante la menopausia, los cuales pueden afectar las encías.

Por ejemplo, durante la pubertad y el embarazo, la cantidad de sangre que fluye hacia las encías es mayor, pudiendo dejarlas hinchadas, sensibles o dolorosas; mientras que en la menopausia los niveles hormonales disminuyen, pudiendo provocar sangrado, dolor en las encías y cambios en su color.

Para ellas, se recomienda consultar al ginecólogo para que les hagan una evaluación de sus niveles hormonales y verificar si hay otro síntoma además del dolor e hinchazón en las encías, para que de esta forma pueda indicarse el tratamiento adecuado en caso de que haya necesidad.

  1. Muelas del juicio

La aparición de las muelas de juicio, que suele ocurrir entre  los 17 y los 21 años, también pueden provocar dolor de encías, además de otras incomodidades asociadas.

Para aliviar dicho dolor se puede aplicar un gel con benzocaína o hacer buches con un enjuague antiinflamatorio y acudir al dentista para que evalúe si estas están interfiriendo con tu mordida o vienen acompañadas de otros síntomas más graves, y entonces proceda a la remoción de las mismas.

  1. Sapito

El sapito, también llamado candidiasis oral, es una enfermedad infecciosa causada por el hongo Candida albicans que puede lesionar la boca y dejar a lengua y mejillas blanquecina, además de que también puede causar dolor en la encía.

Si este es el caso,  es de suma importancia consultar al dentista o médico general para que confirme el diagnóstico e indique el tratamiento más adecuado, que normalmente consiste en la aplicación de un antifúngico en forma de líquido, crema o gel, como Nistatina o Miconazol, directamente en la zona afectada.

  1. Gingivitis

La gingivitis se trata de una inflamación de las encías debido a la acumulación de placa bacteriana en los dientes, provocando dolor entre los dientes y enrojecimiento.

Esta suele darse cuando la higiene oral de la persona no es adecuada, o debido a otros factores como el tabaquismos, dientes partidos o rajados, alteraciones hormonales, cáncer, alcohol, estrés, respirar por la boca, mala alimentación, ingestión excesiva de azúcar, diabetes mellitus, algunos medicamentos o producción insuficiente de saliva.

Al observar los primeros síntomas de gingivitis, debemos consultar a nuestro dentista de confianza para que haga un diagnóstico y nos pueda indicar un tratamiento para evitar el desarrollo de periodontitis. Por lo general, dicho tratamiento consiste en una limpieza dental completa y, en algunos casos, la toma de antibióticos.

  1. Aftas

Las aftas son pequeñas lesiones dolorosas que generalmente surgen en la lengua y en los labios, pudiendo también afectar las encías. Pueden ser causadas por heridas en la boca, alimentos ácidos o picantes, deficiencias de vitaminas, alteraciones hormonales, estrés o enfermedades autoinmunes.

Para aliviar este malestar, se puede utilizar un gel con propiedades antiinflamatorias o un enjuague bucal cicatrizante y antiséptico, que ayude a eliminar el afta en solo dos semanas. No obstante, en caso de que no tenga el efecto deseado o si las aftas comienzan a aparecer de forma frecuente, lo más recomendable es acudir al dentista para que se realice una evaluación completa y se indique el tratamiento más adecuado.

  1. Absceso

El absceso dental es una bolsa de tejido inflamado con pus que surge debido a la infección de la raíz del diente que puede provocar dolor intenso e inflamación en las encías. Estos, deben ser evaluados por un especialista en salud bucal, para que pueda removerlo o indicar el uso de antibióticos y antiinflamatorios para calmar los síntomas.

9. Cepillarse con demasiada fuerza

Las encías de algunas personas pueden ser sensibles a la presión, en particular cuando padecen algún trastorno gingival; por lo que cepillarse con demasiada fuerza o usar una crema dental altamente abrasiva puede hacer que las encías se sientan irritables.

Algunas personas piensan que necesitan utilizar un cepillo duro para garantizar una correcta higiene dental, pero en verdad lo que necesitan es una buena técnica.

Por ejemplo, se puede usar un cepillo de dientes de cerdas suaves, ya que las cerdas suaves y las copas pulidoras permiten un cepillado más suave y masajear tus encías con movimientos que vayan de adelante hacia atrás, en vez de cepillarlas duramente, para retirar las bacterias que se pueden haber calcificado y convertido en sarro.

Igualmente, puede pasar que notes que tu crema dental también está irritando tus encías; caso en el cual lo mejor será reemplazarla por una que esté diseñada para bocas sensibles.

10. Irritación causada por ciertos alimentos o aparatos

Además de los anteriormente mencionados apartaos orales y las molestias que pueden causar en nuestras encías, también podemos llegar a sentir sensibilidad y dolor a raíz de algunos alimentos ácidos.

Los alimentos ácidos, en particular, pueden causar irritación e incluso llagas visibles en el tejido sensible de la línea gingival. Y es que las llagas ulcerosas y la recesión gingival pueden ser un efecto secundario no deseado del consumo de alimentos como frutas ácidas, refrescos y yogures con un alto contenido de azúcar.

Por esto, te recomendamos trata de eliminar los alimentos ácidos de tu dieta, hasta que ver que la sensibilidad desaparezca. Lo mismo que para los aparatos orales: brackets, retenedores, dentaduras y guardas  que pueden estar presionando tu línea gingival, dejándola más sensible si han causado que los tejidos subyacentes más sensibles hayan quedado expuestos temporalmente.

En algunos casos, esta sensibilidad desaparecerá después de unos días, pero si sigues con el dolor de encías, entonces debes consultar con tu dentista para que te ayude a encontrar un alivio a los síntomas.

Por último, te recordamos que las enfermedades de las encías suelen ser la razón del dolor periodontal, pero no siempre de la sensibilidad. Por eso, si tienes encías sensibles que no sangran, podría tratarse de algo más y deberías acudir con tu especialista para descubrir las causas detrás de las molestias. Son tantas que podrías sorprenderte.

 

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